Juana Castro. Los cuerpos oscuros
El libro Los Cuerpos Oscuros de la autora Juana Castro, consiguió el Premio Jaén de Poesía, en su edición número XXI en el año 2005. Se trata de 42 poemas publicados en su origen, en la colección de “Poesía Hiperión”. El libro se halla dividido en cuatro partes.
Es una obra de gestación lenta, escrita a lo largo de seis o siete años. El título nace de uno de los versos del poema “Los cuerpos oscuros”. En una entrevista realizada por Antonio Rodríguez Jiménez, en 2006, para el Diario Córdoba, comenta la autora que la temática general es el alzhéimer, una enfermedad que al principio le resultó a Juana, romántica por ese proceso de vivir sin memoria aunque su parecer cambió al comprobar los efectos terribles que produce ese ejercicio de la desmemoria. Por otra parte, los poemas, le permiten dar voz a aquellos que han perdido la conciencia de sí mismos y del otro y tratar temas tan poéticos como el tiempo, la memoria, la soledad o el dolor, muy en la línea de lo que dice el poeta Juan Antonio González Fuentes al hablar del libro Los muertos del poeta José Luis Hidalgo: “Sin memoria no hay posibilidad alguna de iniciación a la muerte, y tampoco poesía”.
Para Juana Castro, los cuerpos son oscuros y allí donde la oscuridad reina, la poeta cordobesa, pone luz. Porque todos nosotros somos ante todo, nuestros cuerpos. Es un canto al cuerpo, a su desmoronamiento, al paso del tiempo, a la fugacidad de la vida, cuyo símbolo, si en Juan Ramón Jiménez, por ejemplo, es una constante la imagen de la hoja matizada por el color, en Juana, la imagen está presidida por el cuerpo y sus transformaciones, un cuerpo orgánico, donde la palabra y la memoria, son orgánicas a su vez y se mimetizan con el entorno, puesto que el espacio de la casa, incluso el tiempo, cobran una densidad corpórea y se transforma en laberinto en “Querencia”. La morada, puede actuar también como refugio, recinto donde el pasado permanece intacto. No obstante, como Carmen Anisa destaca en el artículo publicado en Tendencias 21, “Los cuerpos oscuros es un libro de amor y un canto a la vida […] Porque es un acto de amor dar la palabra a los que la han perdido”” y un ejemplo es la composición, “Mordedura”.
Es un poemario que huye de lo sentimental, no se queda en la superficie de lo cotidiano. Ha sabido suprimir todo lo innecesario y darle la musicalidad que es trasfondo de toda su poesía, pero como Juana Castro señala, el ritmo es menos clásico y la oralidad es un punto de partida. El poema se sustenta sobre dos pilares básicos, la idea y el ritmo, porque como la autora de Los cuerpos oscuros, señala: “no hay verdad ni poesía fuera de la música”. El material con el que trabaja es la experiencia vital.
Cobra importancia la figura de la madre, el vínculo más estrecho y la del padre del que plasma el tremendo proceso de ver a un ser enérgico, convertido en niño. El padre padecía Alzhéimer, la madre, demencia senil. El padre muere al final del primer año, la madre enferma, vive seis años más. Los papeles se invierten, los padres ahora son dos niños huérfanos, desvalidos, que se sumergen en la soledad, que se pierden en la ciudad, como nos muestra el poema “Calle Cruz de Ventura”. Ambos, el padre y la madre, habitan una irrealidad detenida en el tiempo, tal y como se desprende en el poema “Brasas” cuando la madre se niega a reconocer que aquel anciano es su marido. En el primer poema, “Océanos”, la voz poética es la de la cuidadora. No es el poema sólo, para dar voz al padre, a la madre hay un espacio que es la casa familiar, se transluce en varios poemas, entre ellos, “Viento Norte”.
En el prólogo a esta reedición de 2015, Ana Mañeru, traductora de la obra de Emily Dickinson, nos marca las coordenadas de lectura de Los cuerpos oscuros: “un continuo querer ordenar el dolor”; “El dolor sentido ante la decadencia de los cuerpos amados, de la madre y el padre”. Y por supuesto, ese dolor adquiere valor universal y no se detiene en la anécdota. La mirada es el foco de atención en torno a los tres ejes fundamentales que son la angustia de la cuidadora, y la desmemoria de los padres.
En una entrevista con la escritora, publicada en Tendencias y recogida en el libro que Ediciones Tigres de papel, ha vuelto a editar, Yaiza Martínez, recoge la extrañeza de Juana en su época de niña, porque en los libros de texto había ausencia de mujeres poetas. Tal vez debido a este silencio femenino, se encargó de dar voz a las mujeres en muchos de sus poemas. Es también habitual en Los cuerpos oscuros, que las citas que encabezan cada parte, sean de mujeres: Pilar Paz Pasamar, María Lainà, Wislawa Szymborska y Julia Uceda, que con Giuseppe Ungarretti, encabeza la última parte. O que haga por ejemplo, una variación sobre un poema de Emily Dickinson. Desde los años 70 ha participado en actividades culturales que tienen como marco el tema de la mujer.
En mayo de 2017 el Diario Córdoba anunciaba que entre un total de siete poetas andaluzas, tres poetas cordobesas formaban parte de una antología editada en EEUU publicada por la Universidad de Tampa (Florida): Juana Castro, Pilar Sanabria, y María Rosal. Cuenta esta edición con estudio de Lola Hidalgo y Mark Putman. Precisamente la a su vez, antóloga María Rosal, advierte que: “La poesía escrita por mujeres está en un momento álgido y Córdoba tiene mucha riqueza, pero también la tienen otras provincias andaluzas”. Con prólogo del profesor de la Universidad del Sur de Georgia, David W. Seaman. No es la primera vez que se estudia la obra de Juana Castro, ya en 1995, Encarna Garzón García, catedrática de literatura realizó la tesis doctoral sobre la obra de la poeta cordobesa: Trayectoria poética de Juana Castro (1978-1992), Universidad de Córdoba, 1994. Posteriormente se editó una tercera parte. Temática y pensamiento en la poesía de Juana Castro, Córdoba, 1996.
Juana Castro define la poesía como:”acarrear palabras y colocarlas una al lado de la otra, sabiendo que cada una procede de un lugar y un espacio diferentes”. Con un dominio del lenguaje y de la imagen como sólo los poetas andaluces y los poetas hispanoamericanos saben, nos sumerge Juana en un juego de sensaciones, emociones y atmósferas.
Los cuerpos oscuros, es un viaje, un retorno a las raíces de uno mismo para comprender el sentido de la vida y amarlo incondicionalmente a través de los progenitores, porque la palabra de Juana, inmortaliza la caducidad del cuerpo.
Juana Castro ha sido Premio Nacional de la Crítica en 2011 por su libro Cartas de enero.
Marisa Campo Martínez
Mayo 2017
Presentación en el ciclo Mujeres Poetas de un nuevo título de la colección Genialogías en la editorial Tigres de Papel.